UP TO DOWN:
¿Llegaron hasta arriba para bajarnos a todos? ¿Qué forma novedosa de gobernar es ésta en la que los condenados aplauden y votan a sus verdugos?
Parece una tragedia griega en donde las máscaras de la risa y el llanto se misturan en una mueca que tiene mucho de espanto y desencanto, así nos y los vemos, el espejo no miente los verdugos no son de juguete, intervienen la realidad y manipulan verdades, conciencias y apariencias orientándolas a su favor.
¿No es un juego perverso? Los efectos contraproducentes de sus políticas se ven a simple vista. Por eso, primero escondieron todas sus intenciones bajo un manto de cinismo disfrazado de sonrisas y buena predisposición: proponiendo el cambio, escondían éste panorama descorazonador.
Nos piden que aceptemos el desastre, como quien dice ¡comé, mierda! Pero ellos mismos nos habían prometido terminar con el hambre y las miserias, mejor trabajo y mejor remuneración para los que estábamos en actividad y para quienes se hubieran jubilado, pero no. Resulta que ahora debemos ser austeros (Nosotros, pero no ellos) y aceptar ceder en nuestra calidad de vida y nuestros derechos para darle el gusto a sus capitales transnacionales y a sus mercados financieros legales e ilegales (con sus guaridas fiscales secretas, mal llamadas paraísos fiscales).
Uff! Es demasiado, extenso el desastre, se avisora un panorama aún peor, pues pretenden que el Congreso les acepte un Reforma Laboral híper-retrógrada para beneficiarlos a ellos y a sus familiares y amigos: nuestros verdaderos verdugos.
Hay más aristas de ésta debacle autogestionada, de éste TRIUNFAR ELLOS Y HACERNOS PERDER A TODOXS.
