Una vergüenza lo que están haciendo con el Hospital POSADAS

Quien te cuenta lo que pasa en el Hospital Posadas?
En el hospital están echando personas, muchas personas. No ahora, no estos 80 médicos que se agregan a una lista larguísima. Están echando personas desde que se cambió el directorio hace ya casi 2 años: Personal de limpieza, enfermeros, y ahora, médicos.

En pediatría, nos quedamos sin 2 ecografistas pediátricos, sin una hepatóloga pediátrica, sin la psicóloga del equipo de diabetes, una neumonóloga del equipo de fibrosis quística, una pediatra del equipo de síndrome de Down, otra del equipo de deglución, y la médica cardiológa especialista en imágenes. Y eso fue en los últimos 2 meses; desde hoy, nos enteramos que no hay más equipo de cirugía cardiovascular infantil.

Imaginate entrar al lugar donde trabajas y cada día enterarte que hay alguien que ya no viene más. Imaginate eso todos los días. Imaginatelo 80 veces.

El Hospital Posadas, emblema de la salud pública a nivel nacional, es un hospital de los llamados de tercer nivel, de mayor complejidad. Pero que el concepto quede claro: La complejidad no te la da un resonador, ni un equipo de asistencia respiratoria, ni un laboratorio capaz de procesar muestras complejas; la complejidad te la dan los profesionales que se encargan de procesar todo eso y darle después una respuesta al paciente.

Entonces, quien te cuenta que pasa en el Hospital Posadas? Nosotros, los residentes y becarios. Los que no sabemos para quien laburamos, ya que el ministerio que nos becó no existe más; los que trabajamos hasta 16 horas por día; los que llegamos a hacer 11 guardias por mes; los que tenemos R1 que no cobran desde que ingresaron hace 3 meses; los que todos los días perdemos profesionales de primer nivel para formarnos; los que seguimos pensando que atrás de todo esto, como siempre, lo más perjudicados son los mismos de siempre: los pacientes.

Difundan este mensaje, que es nuestro y solamente nuestro. Compartanlo, difundanlo, viralizenlo, haganlo explotar. Si tienen un amigo, un hijo, una madre, abuela, que alguna vez se atendió en nuestro hospital, ayudennos ahora a defenderlo. No dejemos que el hospital se enferme.