¿Dónde está Santiago Maldonado?: toda una vida afectada por Algunos Gendarmes Sueltos

Descerebrados adictos: descubren cómo actúan las tapas del Pulpo Clarín anulando las capacidades humanas de sus lectores haciendo pelota cualquier grado de sensibilidad, el pensamiento crítico, la solidaridad y la empatía con el otro.

La adicción a las drogas duras emanadas de la tinta y las pantallas del Gran Pulpo Argentino, entremezclados con el juego o hasta el cigarrillo, causa cientos de cambios en la anatomía del cerebro, su química y la señalización de célula a célula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis, sintaxis, cohesión y coherencia.

Puede comenzar como un juego, un desafío entre amigos, bandas, mafias o gendarmes, o simplemente una experiencia traumática que lleva a la depresión. Caer en un adicción trae consecuencias muy negativas en el organismo. Y por sobre todo, en su órgano más importante: el cerebro.

Ésta es una cruel adicción que puede convertir a cualquier melenudo piojoso de rastas y que se dedica a las artesanías como medio de vida en un peligroso enemigo. Ninguna fuerza represiva está exenta. Sin embargo, no todos se convertirán en adictos.
Pero ¿a qué se debe ésta adicción?

Se considera que las fuerzas represivas son adictas cuando desarrollan una dependencia psicológica en el uso desmedido de la fuerza en busca de obedecer órdenes y luego maximizar ó magnificar los resultados obtenidos, es decir, una conducta repetitiva y compulsiva con respecto al uso de una sustancia. Coexisten la dependencia psicológica y física, que es la respuesta del cuerpo ante esa sustancia, que puede ser tanto la tinta del diario, las palabras de los protagonistas propios amigos - enemigos internos y/ó los títulos y su desarrollo como noticia; la posterior visualización de dicha noticia repetida multimediáticamente.

En sí, la definición de adicción multimedia al Gran Pulpo Financiero Periodístico aplica a la compulsión y repetición del uso de sus páginas para encender el fuego para el asado, envolver huevos y pescados, no sin antes haber leído sus páginas con fruición anarcotizante, drogas opiáceas como la heroína, también la cocaína y otros estimulantes se suman al club conformando un cóctel explosivo que hace estallar por los aires todos los estamentos de la democracia, llámense estos poder ejecutivo judicial legislativo y el cuarto poder que es la propia empresa de prensa S.A.

Pero, ¿qué hay del juego, el sexo homosexual entre integrantes de las distintas fuerzas y hasta los videojuegos e incluso Internet que consumen? Muchos gendarmes, policías y militares se embarcan en estas conductas hasta el punto de convertirlas en algo peligroso para ellos mismos, sus familias y los demás integrantes de la sociedad.

Este hallazgo ocurre después de pasar décadas investigando los cerebros de estas brutas bestias de laboratorio amantes de la droga y escaneando el cerebro de voluntarios testaferros familiares y amigos.

Los mecanismos neuronales a través de los cuales las tapas, zócalos y pseudo-periodistas del Gran Pulpo Clarín actúan están presentes en todos los cerebros y son tan poderosos porque movilizan funciones básicas que están designadas para garantizar la supervivencia de la vida democrática que ellos mismos propugnan, pero que aborrecen y por lo que tanto trabajan para destruirnos a todos.