nuestro sueldo se levanta, agónico, groggy, parece elevarse del piso del 15% que nos ofrecen, pero el espejismo no dura ni un segundo: con macri-vidal, nuestras paritarias tienen menos vidas que el gato de nisman
nuestro sueldo se levanta, agónico, groggy, parece elevarse del piso del 15% que nos ofrecen, pero el ajuste tarifario (antagónico a nuestras expectativas económicas), le pega una ñapi q lo voltea definitivamente. en ese mismo instante queda aniquilado, congelado y planchado para siempre