El que odia no construye y destruye al otro porque sí
El que odia no construye
y destruye al otro porque sí.
Para excluir primero hay que odiar
Porque al odiar a bastos sectores de la sociedad les pueden robar más fácilmente sus derechos y reducirlos a la servidumbre.
El que odia no construye y destruye todos los puentes que tienen los pueblos entre sí.
El que odia no hace escuelas y se libra de enseñar, reduce el horizonte y agranda la oscuridad.
El que odia no ve en el otro a una persona, no lo ve como a un par, no lo ve como alguien con quien se puede contar y así degrada la función de la imaginación que nos trae sorpresas en el encuentro con el otro.
El que odia no construye y destruye al otro porque sí
El que odia no construye y destruye al otro porque sí