A Néstor y Cristina, les decían de todo, eran los capos de todo, nadie los censuraba. Ahora, con Macri, la pasan mal, están más pintados que muñequitos de torta y no mueven ni una ceja para reclamar lo que les corresponde!
Qué les pasó?!
A la revolución de la alegría se le esfumó la sonrisa soberbia y cínica, dejando al descubierto un rictus de la santina!