A riBer, el más grande de los hijos nuestros:
¿Dónde guardás la copa del ascenso? Ninguna otra copa te duele tanto, ¿no?
No sólo le arden profundamente el Descenso en 2011 y el silencio atroz, el problema es mayor cuando se dan cuenta que no pueden taparlo con Escritorios Corrupbol